|
||||
|
||||
Ante lo que ocurre, lo que lleva ocurriendo durante años, ante el creciente envilecimiento de las relaciones internacionales, sociales, ante estas y otras muchas cosas, nos vemos tentados... a emplear un condicional al parecer tan impotente como cansado: ‘esto no debería ser así, esto podría ser de otro modo’. Vana forma de exorcizar los demonios de la historia. Cuesta decir el cinismo con que se ha llevado a cabo la guerra. Las palabras se detienen, huyen, nos faltan; o, espoleadas por la rabia, se agolpan, se empujan, se atropellan queriendo salir. Cuesta decir estos días difíciles; si bien el lenguaje con que esta campaña reaccionaria e imperial se legitima es tan burdamente maniqueo, tan elemental e infantil, que pareciera que con sólo invertirlo, con sólo darle la vuelta como a un guante, tendríamos ante nosotros las verdaderas intenciones que enmascaran sus voceros. No es posible, en todo caso, apresar tanta ignominia y tanto sufrimiento, tanta..., tanto... Nunca estuvo tan cercano el horizonte distópico que mostró George Orwell en 1984. ‘Libertad Duradera’, ‘Justicia Infinita’... El neolenguaje, el doblepensamiento, el ‘borrado’ de los cuerpos y la memoria. La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza. ‘Operación Libertad Iraquí’... Liberados los vivos no se sabe muy bien de qué y por qué; liberados los muertos sin duda de la ‘esclavitud’ de tener un cuerpo, liberados algunos supervivientes... en parte. Cuesta decir la hipocresía, tal vez el único frágil hilo del que pende la civilización. Si bien, a qué engañarse, ya leímos entre otros a Walter Benjamin y sabemos que la relación entre aquélla y la barbarie no es precisamente la disyuntiva. Ante la movilización total de un incontenible Moloch tecnológico y militar, la despolitización de unas poblaciones en que, para colmo, las decisiones que realmente las atañen son tomadas en lugares en los que tienen el acceso vetado; ante la exponenciación del más bajo nihilismo en todas las dimensiones de la vida, la creciente precariedad, inseguridad, incertidumbre; ante la imposibilidad de atrapar una causa que jamás está donde el efecto nos golpea... ¿qué hacer? Si la circunstancia actual, en la que está en juego la totalidad, no es sentida por los más de modo inquietante, es debido, sin duda, a la industria de la prótesis, la ortopedia y el maquillaje. Como dijera Jünger, hemos pasado el punto cero, la ‘zona cero’. Mientras tanto decimos, hacemos y pensamos, escribimos, publicamos, hacemos público nuestro lamento y nuestro pensamiento; no se trata sólo de dolernos, sino de entender el origen, las causas, la articulación, la anatomía del dolor. Este número de Cuaderno de Materiales recoge, en primer lugar, las ponencias que, como ocurriera tiempo atrás [Cuaderno de Materiales, núm. 17] con el ‘asunto LOU’, fueron leídas y debatidas en el Paraninfo de nuestra Facultad con motivo de unas Jornadas –en este caso, como es obvio, contra la guerra– organizadas por la Asamblea de Filosofía y Filología. Tales jornadas tuvieron su continuidad, con profesores de ésta y otras Facultades, en una Plaza Mayor convertida, por unos instantes, en verdadero ágora. Acompañan a estas ponencias dos artículos que tematizan los estudios de filosofía; el primero se ocupa de acotar la circunstancia política y económica en que tienen lugar las actuales reformas de la educación superior y, por tanto, del lugar que debe ocupar una Facultad de Filosofía en tal circunstancia; en el segundo de ellos asistimos a una disquisición que podríamos denominar algo así como ‘de lo conveniente e inconveniente de los estudios académicos de Filosofía para el filosofar’. Continuamos con unas reflexiones sobre la creación y la libertad, ese milagroso resquicio, diríamos, esa suspensión de las leyes de la naturaleza y de la historia (natural), esa posibilidad de invertir el movimiento del ‘ensordecedor’ núcleo recurrente o ‘matriz’ que se oculta, de un modo u otro, en todos los artículos que conforman la revista, a través de ese muy otro ‘primer movimiento’. Terminaremos este número con una reseña acerca del libro de Vicente Verdú, titulado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción, en el cual se nos ofrecen ciertas claves para entender algunos de los temas comentados, como el de la industria de la prótesis y el maquillaje o el neolenguaje. Sumario
Tiempo, angustia y creación La ruptura
posmoderna de la historia y la realidad
|
||||