Cuaderno de Materiales
 ENSAYO
 

 

 

Dieciocho organizaciones sociales, políticas y sindicales denuncian la represión durante la Cumbre de la OMC

ACSUR-Las Segovias, SODEPAZ, Plataforma por el 0,7%, Entrepueblos, SETEM, Exodo, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Plataforma AntiMaastricht, Plataforma Rural, Izquierda Alternativa, Derechos para Tod@s, Fundación Primero de Mayo, Fundación de Investigaciones Marxistas, STES, CGT, Izquierda Unida, COAG.

 

     La llamada Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio, que se ha inaugurado en Seattle ha comenzado poniendo de manifiesto el enorme abismo existente entre los discursos de sus dirigentes y la realidad. Lejos de favorecer la democracia y estimular el debate, la OMC propone la represión y el silencio. La ciudad ha declarado el estado de emergencia impidiendo de este modo la expresión de cualquier disidencia. Este es el rostro que marcará el comienzo de las negociaciones y que evidencia que para algunos gobiernos y multinacionales la democracia y las libertades civiles y políticas son un problema.

Las organizaciones firmantes convocamos la pasada semana diferentes acciones en Madrid con el ánimo de sensibilizar a nuestra opinión pública sobre la trascendencia de lo que iba a ocurrir en Seattle. La actual Ronda de conversaciones es una vuelta de tuerca más en el proceso de liberalización a nivel mundial. Somos conscientes de que se están tomando decisiones que están determinando nuestras vidas. La Ronda Uruguay concedió a las empresas del Norte un mayor acceso a los mercados del Sur. Los países del Norte se beneficiaron de una mayor liberalización en los sectores en los que son más competitivos. Y pese a la constatación de los efectos negativos de estas medidas en términos globales se pretende incrementar la liberalización sin acceder a una moratoria para medir el impacto real de lo ya hecho.

Queremos que pueda responderse con claridad a preguntas como las siguientes: ¿qué efecto han tenido las medidas liberalizadoras para la creación de empleo?, ¿está el medio ambiente hoy mejor protegido que ayer?, ¿ha aumentado nuestra seguridad alimentaria?, ¿han disminuido sensiblemente los niveles de pobreza? Si por los datos disponibles la respuesta a estas preguntas es claramente negativa, ¿cuál es la razón para seguir liberalizando?, ¿a quiénes beneficia este proceso?

Las organizaciones firmantes queremos expresar, en primer lugar, nuestra solidaridad y apoyo a las miles de personas y a las organizaciones que han promovido una pacífica actividad democrática al inicio de la Ronda negociadora. Queremos denunciar, en segundo lugar, este proceso negociador y exigimos:

- Una moratoria en las negociaciones encaminadas a obtener una mayor liberalización en los temas de la agenda acordada hasta que se realice una evaluación del impacto de la anterior Ronda realizada por un Tribunal Internacional independiente.

- Que no se abran negociaciones en nuevas áreas que extiendan el ámbito de competencia de la OMC.

- La protección como derecho básico de los modelos de agricultura y las prácticas agrícolas alimenticias y campesinas, fundamento tanto de la soberanía alimentaria de las naciones como del mantenimiento de un medio rural vivo, frente al despoblamiento y a la creciente industrialización de la agricultura y la producción de alimentos.

- El respeto a la noción de servicio público en los sectores esenciales tales como el agua, la sanidad, la educación, los servicios de comunicación, la energía, la cultura...

- El respeto sistemático del principio de precaución en materia de salud pública, seguridad alimentaria y medio ambiente, incluyendo la necesidad de Consentimiento Informado Previo de los Estados ante importaciones que puedan vulnerar este principio.

- La oposición a las patentes sobre la vida (plantas, animales, microorganismos y los procesos biológicos y microbiológicos).

- La exigencia de que la OMC no obstaculice un Protocolo de Bioseguridad en el ámbito internacional con la inclusión en su agenda de un grupo de trabajo sobre ingeniería genética.

La mundialización y los procesos liberalizadores y desreguladores asociados son hoy uno de los principales adversarios de nuestro bienestar y el causante directo del incremento dramático de la miseria y la desigualdad en el planeta.

Esta situación no está pasando sin la resistencia de los y las de abajo. Diferentes iniciativas, formas de respuesta y protesta han unido a sectores muy plurales en contra de estos procesos y en apoyo de un orden internacional más justo y equilibrado. El papel que la OMC pretende jugar va claramente en la dirección contraria de los intereses y anhelos de las mayorías que habitan nuestro planeta.

Llamamos a continuar el proceso de movilización y debate al calor de esta discusión. El compromiso de la ciudadanía será esencial para no permitir que sigan negociando sobre nuestras vidas presentes y futuras a nuestras espaldas y en contra de nuestros intereses más sentidos.

Madrid, 1 de diciembre de 1999

 


 

  

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