Diario
de rodaje: Sensansensation. Un
docudrame
fondamental Los
entrevistados hablan en lugares
familiares, si queréis, tranquilizadores. Ya con la primera de
ellas, Peky se
vio la conveniencia de eso. Entonces, Peky en un restautante, Almudena
en su estudio,
Alberto entre nosotros sus amigos se sinceró mientras
merendábamos en la
habitación de Almudena. Chema en el baño de
profesoras porque al final no pudo
ser en el coche del ucraniano, tenía chapa y pintura. Silvia
cantando a Edith
Piaf, Carmen en las afueras de  la
ciudad, Toni rodeado de sus ordenadores y cuando todo parecía
perdido Juan
consintió en hacer un cameo y nosotras...Bueno, nosotras
poniendo rulos...Pero,
¿qué ocurre? ¿Por qué sincerarse,
dibujar, cantar, jugar tienen que ver con el cuerpo
sin órganos [CsO]?
Si esta es la pregunta, os diremos que esa es también la
respuesta. 
Para nosotras se
trata de encontrar
trazas del CsO como en las
tabletas
de chocolate puro: "Puede contener trazas de cacahuete". Esas trazas
que pasan por entre las roscas y los mangos, por entre los
émbolos y los moldes
y que acaban en el chocolate puro: "Puede contener trazas de CsO". Ese CsO
se filtra entre los órganos organizados, entre el organismo,
entre la entidad molar o la identidad pura. 
Sí ya pero:
¿Este documental
qué
pretende? ¿Acumular esas trazas, amontonarlas, ponerlas una
detrás de otra? Bueno,
sí y no. Porque hay, claro, que cribarlas. Somos, si quiere
usted, buscadoras
de una materia sui generis,
más
escasa y más valiosa que el oro. Esa materia que puede
hacernos perder el
Juicio. ¿Cómo
hacerse un CsO?
¿Cómo hacer a los demás y a una
misma perder el Juicio? Pero, cuidado, no es que ese sea el Principio,
el
Comienzo. No. Eso es Todo. Perder el Juicio ante los Hombres. Eso es lo que nosotras llamamos un instante
de Eternidad. Pero, no nos malentendáis, no hablamos de
volvernos locas sino de
convivir con la locura, con sus
partículas: haecceidad. Perder
la
Memoria. No volver a hacer memoria y , sin embargo, verde saturada de
memoria:
la madalena, el escalón,...Perder el Tiempo. Alberto:
¿Por
qué estas páginas están en
blanco?  
Almudena:
¡Déjame ver! Sí,
están en
blanco. No sé... 
Alberto:
A lo mejor,
te los pasaste
durmiendo. 
Nos
dicen: "Pero... ¿Qué
queréis?
No -les
respondemos- ¿qué
quieres tú? ¿Qué quieres contar?
Almudena, ¿por qué dibujar una rosa, la misma rosa
cada mañana? Pero Almudena
no contestará a eso, esa es una pregunta estúpida,
organizada, dentro de la
máquina dual que opone el artista al público. Por eso
cuando Alberto formulaba
esa clase de preguntas tuvimos que intervenir: ¿Por
qué hablas como un crítico?
¿Por qué hablas como si escribieras en un
periódico? ¡Vamos! ¡Hazlo!
¡Lánzate
al vacío! Confiesa que te morirías por estar
ahí en el límite entre la rosa y
el Cielo. Tú eres un poeta, sólo te debes al entre. Entonces ocurrió, Alberto
dijo: No entiendo nada Almudena.
Si trazas e límite primero y luego ya...Pero es que
ahí en tu dibujo, la rosa
solo aparece cuando el Cielo detiene su caída. Yo no
podría hacerlo. Dejarse
caer así como una gota de tormenta. No comprendo
dónde acaba la luz y dónde
empieza la carne. Si yo tuviera que hacerlo, no podría. 
Entre el discurso
ordinario,
entre
una y otra parada de metro saltan las partículas:
¿Lloras? ¿Estás llorando? Ya
te abrías a todas las cosas...Pero te has tenido que bajar.
Has tenido que
ascender y abandonar la superficie. Alberto -dice- así no lo
entiendo.
Si no
trazas primero el límite, cuándo, dónde, por
qué aparece...Almudena. ¿Qué
harías si perdieras la rosa? Supongo que compraría
otra. La Rosa emerge pero no
de abajo. De la superficie a la superficie.   |